martes, 25 de septiembre de 2007

Puertas

Sin mirar atrás, abro la puerta, que he querido abrir durante años y años. El esfuerzo que he empleado para llegar hasta aquí ha sido enorme, he necesitado muchos días con sus noches, muchos meses con sus días, para aprender todo lo necesario, ensamblar todas las piezas, cumplir todos los requisitos, esquivar todos los obstáculos…

Y hoy estoy aquí, frente a esta puerta.
Durante todo este tiempo he sentido que no sería feliz hasta que no lograra abrirla…
Así pues, el momento esta aquí, finalmente. Podré, ya, ser feliz…

Abro la puerta… y lo primero que veo es, frente a mí, lejana, diáfana, encantadora… otra puerta.
¡Oh! ¡Aquella es! ¡Sí! ¡Aquella es la puerta detrás de la cual encontraré todo aquello que me hará ser feliz!! ¡Si, ella es, sin duda, la que esconde todas las recompensas que merezco!!
No miro siquiera lo que se encuentra en la habitación en la que estoy ahora, en la que acabo de entrar. No tengo tiempo para observar lo que aquí se halla, no lo veo siquiera, porque mis ojos están completamente obnubilados por aquella nueva puerta lejana…

Es así como, siempre, pasamos nuestra vida desando lo que no tenemos, sufriendo, trabajando y sacrificándonos para alcanzar nuestros objetivos…
Aptitud honorable, cierto es, pero ridícula si no viene acompañada por un momento de pausa en el que saboreemos lo que acabamos de conseguir.

Si no nos tomamos el tiempo de disfrutar nuestros logros, de recoger los frutos que hemos sembrado, y admirarlos, olerlos y gustarlos, apreciándolos a su justo valor, aunque mas no sea durante un breve instante… ellos se pudrirán en el lugar, ignorados, desperdiciados, inútiles…

Los objetivos son vitales para la vida del hombre.
“Un hombre sin proyectos es un hombre medio muerto”, dice una célebre frase que ya no recuerdo donde leí.

Pero debemos siempre recordar que es necesario también aprovechar cada nuevo logro antes de pasar al siguiente.

Por eso, hoy celebro todo lo que he logrado hasta ahora.

Y así, soy, hoy, simple, pura y sencillamente, feliz… sentada, por un intenso instante, en la habitación que acabo de conquistar.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Gracias por recordarme lo que todos deberíamos en todo momento, el "ahora".