jueves, 13 de septiembre de 2007

Un día de lluvia cualquiera

Salgo a caminar, por esta ciudad desconocida, y al mismo tiempo familiar, sin PA RA GUAS.
Quiero disfrutar del agua sobre mi pelo, sobre mi frente, y sentirla calmar el rápido tren de mis pensamientos cotidianos… sentirla borrar todo, todo.

Esta lluvia trae consigo un presagio de cambio… puedo sentir la electricidad en el aire, el nerviosismo propio de la naturaleza desatada, que no sabe todavía que hacer con tamaño poder.

Si, si, si, hoy será el día. Nada parece diferenciar este hoy del ayer, o de todos los precedentes ayeres… pero hoy he decidido que mi vida será diferente.

Nunca mas escucharé lo que los otros esperan de mí
Nunca mas esperaré el final del viaje pare dejar de sufrir
Nunca más me quejaré solo porque no tengo nada mejor que hacer
Nunca más olvidare mis sueños, mis pasiones, los sueños que iluminaron mi ayer

Hoy quiero ser distinta, quiero conquistar las estrellas
Quiero ser feliz, sola, mientras puedo

Hoy quiero
Hoy puedo
Hoy lo haré

Porque tal vez mañana la lluvia ya no me sepa a esperanza

2 comentarios:

niichann dijo...

que lindo que es caminar por la calle cuando llueve...sin para aguas

Ana Ortiz dijo...

En otro post hablaste de lo cotidiano. En éstos días la lluvia se ha vuelto algo rutinario, pero lo bueno es que podamos encontrar en ella una magia distinta cada día. Como vos que la lluvia es un cambio, un lavar cosas, un dejar que se lleve otras. Esta bien eso de no oir tanto a los otros y empezar a oir más lo que te diga tu corazón.
Cuesta no pedir la aprobación de los otros para ciertas cosas, pero a veces es necesario para sentirnos más completos y más conformes son nosotros mismos.
me gustan tus reflexiones.